Los sistemas de banda baja en las bandas entre 30/50 MHZ son ampliamente utilizados en la industria eléctrica en muchos lugares del mundo. Sin embargo, con el paso del tiempo las tecnologías han cambiado al igual que el número de fabricantes y su naturaleza. Por esta razón las radios más antiguas poco a poco pierden vigencia, no tienen repuestos o sencillamente repararlas es muy costoso. Los usuarios buscan reemplazar estos sistemas tratando de optimizar al máximo su inversión.
Con el surgimiento de otras tecnologías de comunicación, los sistemas de banda baja pierden espacio en el mercado. Y se inicia procesos de migración que si no son bien pensados desde el principio pueden ser muy caros y no resolver las necesidades de los usuarios. Hay tipos de radio que van desde voz hasta datos, imágenes y video, pero el proceso de migración es vital para que:
– Se optimice la capacidad instalada
– Se disminuya la resistencia al cambio de tecnología
– Se potencialice las capacidades de comunicación
– Y todo esto a un precio óptimo, en el que el costo-eficiencia asegure también mejorar sus procesos de coordinación.
Ahora ¿Por qué cambiar a una tecnología digital?
Además de que estamos cada vez más acostumbrados a que la tecnología esté al alcance de nuestras manos y nos ofrezca multitudes de funciones, como lo hace un smartphone; la migración a una radio digital trae muchas ventajas.
La primera, en términos de costos, los gastos de mantenimiento de una red antigua aumentan a medida que crece la depreciación de los equipos y empiezan a disminuir los fabricantes o disponibilidad de los repuestos. Si bien en algunos mercados se puede encontrar piezas de segunda mano a un precio menor, aumenta el riesgo de que en algún momento, quizás vital, las comunicaciones fallen.
Una segunda razón tiene que ver con la confiabilidad de los sistemas. Además de que como usuarios esperamos que las comunicaciones no fallen, esperamos que si se establece una red privada, se mantenga privada. En circunstancias normales, las comunicaciones en servicios públicos requieren enlazar a los técnicos y funcionarios en un área determinada. A pesar de ello, hay momentos en los que los servicios públicos constituyen un blanco para amenazas terroristas o de extorsión que afectan a toda la sociedad. La ciudadanía confía en que las empresas de servicios públicos aseguren el suministro, y una interrupción o intromisión en las comunicaciones lo puede afectar gravemente. De aquí que se requiera un sistema que ofrezca las garantías necesarias.
¿Qué opciones de tecnología existen?
Los sistemas de radio han sido diseñados para gestionar la comunicación a usuarios profesionales tanto en su día a día como en situaciones de emergencia. Los teléfonos celulares, a pesar de ser los dispositivos favoritos de millones de personas, tienen algunas desventajas en su uso a nivel laboral. De aquí que los radios hayan diversificado sus tecnologías: análogos, radio móvil digital (DMR), P25 y TETRA.
Análogos
– Nace aproximadamente en 1933 por lo que su ciclo de producto ha alcanzado la madurez y no se espera mayor innovación.
– Funciones limitadas: PTT, escaneo, conversaciones grupales simples (uno a muchos).
– Capacidades de encriptación limitadas.
Radio Móvil Digital (DMR)
– Mejor eficiencia espectral
– Capacidad de transferencia de datos
– Facilita comunicaciones bidireccionales
– Consumo de batería reducido gracias a TDMA
– Mayor capacidad de encriptación que análogos
– Telemetría
– Usos en diferentes industrias y sectores
– DMR III ofrece trunking para gran número de usuarios
P25
– Reemplazo de UHF análogo
– Capacidad de transferencia de datos
– Mayor capacidad de encriptación que análogos
– Formato trunking
– Usado especialmente en seguridad pública
TETRA
– Unifica diversas interfaces de radio digitales
– Capacidad de transferencia de datos
– Banda de frecuencia más baja que optimiza uso de repetidores
– Permite llamadas half-duplex y full-duplex
– Mayor capacidad de encriptación
– Usado especialmente en transporte y seguridad pública
Independientemente del tipo de tecnología, todas se enfocan en brindar a los usuarios llamadas de voz instantáneas y enviar datos sobre estas redes digitales, además de ofrecer otras funciones de datos más avanzadas. Si se comparan las dimensiones múltiples de cada una de ellas en base a costos, el hecho de ser un estándar abierto, funcionalidades, rutas de conversación a través de repetidor, espaciado de frecuencia y frecuencias aplicables, la opción más viable para una mejora de tecnología sin restricciones es DMR.
Además de estas tecnologías hoy en día también existen alternativas que unen la red pública LTE a las radios DMR y TETRA y que exploran y aprovechan el PTT sobre celular.
No trasmita sólo voz
Desde que inició la radiocomunicación, la transmisión de voz ha sido la función principal. Sin embargo los sistemas modernos son capaces de proporcionar funciones basadas en datos sobre las mismas frecuencias. El balance de uso entre voz y datos es lo que define qué tipo de sistema requiere.
¿Cómo es una solución DMR?
Un sitio IP conectado es un sistema DMR Tier II donde los radios se conectan a través de una red IP. Éste, a pesar de ser un concepto simple, implica una ruta de conversación múltiple por el repetidor del sistema DMR lo cual permite que las radios se muevan automáticamente aprovechando las transmisiones de los repetidores disponibles con lo que se mejora la comunicación.
En cambio, el DMR Tier III es un sistema de radio más sofisticado que es capaz de soportar a un alto número de usuarios y mayor tráfico.
En ocasiones se puede utilizar los sistemas DMR Tier II y Tier III de manera conjunta. Esto es muy útil si hay una combinación de alto volumen/densidad de llamadas (Tier III) en algunas partes del sistema y baja densidad (Tier II) en otras partes.
Una migración sin dificultades
Si bien un cambio de tecnología representa un potencial riesgo de disminuir la productividad en la organización en un principio, los procesos de migración se han ido optimizando para reducir estos problemas. El reemplazo de tecnologías maduras en manos de expertos, disminuye las posibles molestias.
Además del proceso técnico, lo más importante es que la fuerza de trabajo se capacite para este cambio de modo que además pueda mejorar su productividad con las funciones avanzadas disponibles en esta nueva tecnología. Algunas organizaciones se resisten más a los cambios, pero una vez que se acostumbran a una mejor tecnología no quieren volver al pasado.
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