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Evolución de los Sistemas de Control de Accesos

Por Ing. Sergio Mazzoni – Presidente Comité Nacional ALAS Argentina.

“Básicamente, la problemática a resolver es la misma: poder dejar pasar/entrar a una persona o no a un determinado lugar bajo determinadas condiciones de días y horarios”.

Los sistemas de control de accesos han acelerado su evolución en los últimos años impulsados por la pandemia del Covid-19. Si bien la arquitectura sigue siendo la misma que la de las últimas décadas en sistemas tradicionales, las nuevas modalidades de trabajo y estilos de vida hacen que estas soluciones se empiecen a adaptar a las necesidades actuales.

Básicamente, la problemática a resolver es la misma: poder dejar pasar/entrar a una persona o no a un determinado lugar bajo determinadas condiciones de días y horarios. Los elementos involucrados siguen siendo casi los mismos: la puerta, el sensor de puerta, el lector de tarjeta o banda magnética (como era en sus inicios), tarjetas de proximidad o algún componente biométrico (que sigue siendo un punto de identificación), la cerradura y de ahí al panel de control de acceso. Luego el panel de control de acceso es administrado por un sistema central donde se generan los perfiles de accesos, horarios, restricciones, reportes, por nombrar algunos.

Hoy día existen soluciones que ya tienen toda esa arquitectura en la nube y lectores o puntos de autenticación interconectados con dispositivos móviles para realizar tareas similares. La movilidad ha permitido ahorrarnos en cableado e instalaciones y ha aprovechado la infraestructura de tercero en el caso de las redes móviles y/o redes inalámbricas

Al mismo tiempo, hoy día nos hemos vuelto más exigentes que hace 20 o 30 años atrás, incluso que hace 5. Las modalidades de trabajo han cambiado, se han flexibilizado, los lugares de acceso se han modernizado y por ello es necesario adaptarse y atender esas necesidades desde la seguridad y el control de accesos.

Una premisa no ha cambiado y es que “La comodidad y la seguridad no van de la mano”.

Los sistemas de control de acceso están migrando mucho en términos de movilidad para poder realizar operaciones que antes, por cuestiones de infraestructura o tecnológica, no podían hacerse. Ahora gracias a la híper conectividad y la masificación de los dispositivos móviles se ha logrado cubrir necesidades que antes eran impensadas.

Desde el punto de vista de identificación o elemento de identificación, antes era una banda magnética que luego evolucionó a tarjetas de proximidad. Hoy el abanico es mucho más amplio.

Con el tiempo se fueron agregando otros elementos como la biometría: dedo, rostro, voz. La huella dactilar si bien fue uno de los pioneros en términos de biometría, durante la pandemia se vio relegado y reemplazado por otras tecnologías como la biometría facial o iris. Por el contrario las credenciales que habían empezado a caer en desuso (o reemplazadas por biometría dactilar), volvieron a tomar protagonismo y evolucionaron más rápidamente a su versión virtual o credenciales móviles. Si bien los parámetros biométricos han evolucionado mucho no todas las tecnologías sirven para todas las aplicaciones o necesidades. Es muy importante entender el uso y necesidad para poder utilizar la tecnología de autenticación que mejor se adapte a cada caso.

En este sentido es importante entender que no es lo mismo poder verificar a una persona o hacer un control de acceso, ya sea físico o lógico, en un entorno bancario o aplicación financiera, que tratar de cubrir estas necesidades en el medio del campo, en un pozo petrolero o a 4000 metros de altura en una minera.

De la misma manera los sistemas de control de acceso tradicional atendían las necesidades de una empresa que se ubicaba en un edificio o múltiples edificios en diferentes zonas o regiones. De ahí que la arquitectura cableada tiene sus limitantes o sobre costos, al mismo tiempo que limita el alcance en sitios donde no se cuenta con ella y es más fácil instalar antenas o aprovechar infraestructuras que hacer el tendido de cable.

Hoy día, casi todas las empresas ya cuentan con acuerdos laborales híbridos, es decir el empleado trabaja de manera remota en otros sitios que no son propiedad de la empresa que los contrata. Al mismo tiempo la tecnología avanza muy rápido por lo que los sistemas estan migrando a modelos CAPEX en vez de OPEX y soluciones del Tipo SaaS donde el Hardware es ya se vuelve un “commodity”.

Otro punto importante a destacar es un elemento que ya es parte de nuestras vidas y lo último para que lo usamos es para hablar por teléfono (de la manera tradicional): el teléfono inteligente. Esta herramienta ha permitido alojar elementos de identificación con múltiples factores de autenticación que se utilizan no solo para tener acceso a sitios bancarios o aplicaciones sino también para desbloquear puertas de manera simple y sin roce para el usuario.

Como resumen, el control de acceso es una de las tecnologías en materia de seguridad electrónica que está transformándose acompañado por las nuevas modalidades y estilos de vida que tenemos. Estará en cada usuario o integrador poder entender y desarrollar la tecnología que mejor se adapte a ese entorno.